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De viaje a Ítaca

La mujer en Grecia: ¿tanto ha cambiado nuestra sociedad?

La mujer en Grecia: ¿tanto ha cambiado nuestra sociedad?

Aprovechando que hoy es el día de la mujer, haré un pequeño repaso a la situación de la mujer en Grecia a través de grandes obras de la Literatura griega. A parte de los fragmentos que voy a exponer aquí y a los que espero que hagáis vuestros comentarios y críticas, tenéis otras referencias, como las que hace Ana en su blog Los sueños de Hermes o Lillo Redonet o, incluso, el trabajo de Antonio Cantudo, que encontramos en la página de culturaclasica.com.

Qué mejor forma que empezar con la obra Antígona de Sófocles. Aquí podemos leer cómo Creonte expone a su hijo Hemón la figura de "la buena esposa y mujer", refiriéndose a Antígona :

Creonte.- Así, hijo mío, debes razonar en tu interior: posponer todo a las resoluciones paternas. (...) Por tanto, hijo, tú nunca eches a perder tu sensatez por causa del placer motivado por una mujer, sabiendo que una mala esposa en la casa como compañera se convierte en eso, en un frío abrazo...   (Sófocles, Antígona, 639-651)

 Es Andrómaca en la obra Las Troyanas de Eurípides, quien expone también cómo debe comportarse "una buena mujer y esposa":

Andrómaca.- (...) Yo que me propuse como objetivo una gran reputación, después de obtener una parte mayor de la normal, perdí la suerte que había conseguido. Cuantas virtudes se han descubierto propias de las mujeres, todas  las he practicado en casa de Héctor. En primer lugar, abandoné el deseo de no quedarme en casa, lo cual arrastra por sí solo mala fama. No permitía a las mujeres dentro del palacio palabras altaneras. Me bastaba con tener en mí misma un maestro honesto, la inteligencia. A mi esposo siempre le ofrecía una lengua silenciosa y un aspecto sereno. Conocía aquello en lo que tenía que prevalecer sobre mi marido y sabía concederle la victoria en lo que debía.   (Sófocles, Las Troyanas, 643-657)

Ahora le toca el turno a la comedia, a través de Lisístrata de Aristófanes, donde este dramaturgo trata la firgura de la "mujer revolucionaria", siguiendo en parte a Antígona.

Lisístrata.- El corazón me arde, Calonica, y me enfurezco porque, entre los hombres, tenemos las mujeres mala fama.

Calonica.- Y con razón, por Zeus ¡Somos malas!    (...)

Lisístrata.- Si todas nos pusiéramos de acuerdo, beocias, espartanes, atenienses... Grecia estaría salvada. 

Calonica.- ... ¿Qué gran hazaña célebre o sensata haremos las mujeres, que pasamos el día en nuestras casa, maquilladas,  vestidas de amarillo, perfumadas, envueltas entre velos transparentes y calzando zapatos elegantes?   (Aristófanes, Lisístrata)

 Tenemos, en cambio, grandes poetisas y mujeres en el mundo griego, como es Safo. Y es en uno de sus poemas, donde vemos la imagen de "madre":

Tengo una hermosa niña, de figura comparable a las flores doradas, mi amada Cleis; a cambio de ella ni a la lidia ni a la adorable ... (elegiría yo)...

Me ha parecido conveniente terminar con las últimas palabras que pronuncia Hécuba en la obra Las Troyanas de Eurípides.

Hécuba.- ¡Ay, temblorosos miembros míos, conducid mis pasos! Marchad, míseros, al día de mi esclavitud de por vida.

1 comentario

Candelaria -

Me ayudaste a marcar algo muy importante en Las Troyanas para mi evaluación del lunes. Muchas gracias! Buen post :)